
CHANCLAS, como diría una honorable mujer que ya tiró de mi honorable oreja ayer vía telefónica (ay sí me dolió) porque la he abandonado y a mi blog también.
Es que hay mucho trabajo y nada de inspiración, pero con tamaño castigo a güe... que regresó.
En estos momentos me estoy fumando un cigarrito (lo intenté pero son unos dos al día) y tomando cerveza en la soledad de mi casa. Se oye por ahí un grupo de voces que están planeando una parranda. Que ganas de unirme. Pero los que podrían acompañarme están más pa llá que pa cá, o sea, cansadísimos y planchando cachete.
Yo no puedo, dormí en la tarde al llegar del despacho y es hora que tuve que complacer a la única leidi a mi lado (chin, la computadora).
En la tivi están pasando Las nieves del Kilimanjaro y dije "es momento para escribir" porque me acordé de otra dama fan de esta película... la que me dio santo regaño. A mí también me agrada Peck.
En fin, que esta madrugada reactivo mi diario y espero a que llegue el sueñito.
Hoy es día libre. Echaré la güevita. Lo merezco, y trataré esto del día a día. Lo prometo 'madam'.
PD: Ay extraño a mi mamá.